Un proveedor mundial de componentes de automoción se enfrentaba a un reto importante en su búsqueda de la mejora continua de sus productos. Necesitaban desarrollar y probar componentes de automoción, incluidos conjuntos de techos solares, diversos materiales como aluminio y compuestos, y materiales para plataformas de camiones, con el objetivo de crear alternativas más ligeras y duraderas a los productos existentes.
El proceso de ensayo requería un espacio de trabajo lo suficientemente grande como para albergar techos de coches enteros y grandes plataformas de camiones, al tiempo que proporcionaba un control preciso de las condiciones de temperatura y humedad. Además, la cámara debía soportar cargas considerables de hasta 450 kilos, lo que la convertía en un entorno de pruebas complejo y exigente.